El mueble bello y olvidado
24.11.14
Ésta es una nueva historia, de un viejo mueble olvidado que vuelve a la vida renovado. Es una nueva historia con final feliz.
Es una historia que empieza hace muchos años, pero que se hace parte de la mía en abril del 2013. Un día, en la vieja quinta de mi mamá, lo vi y le saqué una foto. Ahí quedó. Claro que lo había visto muchas veces en mi vida, pero nunca le había prestado atención. Me dio pena verlo ahí tirado y olvidado. Sucio y lastimado. Y le vi "potencial".
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Tardó un tiempo en llegar a casa, recién este año. Estaba en malas condiciones. Pintado, yo creo, con esmalte sintético y lleno de marcas de humedad en la parte de atrás, que no estaba pintada. Primero fue a limpieza y tuve que "destruir" varios hogares de arañas :/
Siempre que uno empieza a limpiar y desarmar un mueble pueden aparecer sorpresas. En el interior del cajón estaba escrita la dirección de nuestro viejo departamento familiar. Quién sabe si fue el carpintero que lo construyó, alguien al mudarlo ... Y ese bloque de Lego será de mis hermanos o de mis hijos? Hace cuánto estaba ahí?
Todo listo para poner manos a la obra, al aire libre en un lindo día de sol. Mejor, imposible.
Me encanta cuando se empieza a desprender la pintura y voy descubriendo qué tesoro hay abajo.
No estaba tan fácil la cuestión y necesitó muuucha lija.
Pero ya empezábamos a entender de qué se trataba. Ese estante que se levanta y se pone vertical suponemos que era para poner ahí el toca discos.
Pica pajarito atrás de la rama, que me hace compañía mientras lijoquetelijo.
De este lateral me enamoré especialmente, la madera era increíble y era la parte mejor conservada. Debe haber estado al resguardo contra alguna pared.
Mi intuición no me falló y cuando terminé comprobé que era precioso.
Esos encastres, tapados por la pintura, eran lindísimos.
Cuando empecé a trabajar con él la verdad es que no tenía claro cómo lo quería. Quería descubrir qué tenía para ofrecerme, en qué condiciones estaba. Una vez limpio su madera original me gustó tanto que no me animé a pintarlo. Estuvo varios meses así y yo, tratando de entender qué era lo mejor para él. Le tenía tanto respeto que me costó mucho decidir.
Ese lateral taaaan lindo quedó así, tal cual. Sólo que protegido con hidrolaqueado para cuidarlo.
En el otro lateral, también en buenas condiciones, sólo le puse un papel ilustrado con mapas en el cajón.
Una de las divisiones de arriba (la tapa que se levanta) quedó bastante bien después de mucho lijado y también la dejé al natural y bien protegida (porque es un mueble que se va a usar).
La otra parte estaba muy arruinada y manchada y le puse el mismo papel ilustrado con mapas (lin-dí-si-mo!).
Y ahí esta él. Lo veo todos los días, varias veces por día. ¡Me alegra tanto que él también haya tenido una nueva oportunidad! Que se use, que lo vean, que aprecien su belleza. Y además saber que es un mueble que hace muchos años es parte de mi familia.
Otro mueble con una historia para contar. Otro mueble recuperado. Otra historia con final feliz.
Si hay en tu casa o en tu familia un mueble olvidado, podemos darle nueva vida. Es más "ecológico", más barato y más gratificante que comprar un mueble nuevo. Y seguimos escribiendo lindas historias.