Sillas con olor a mi niñez
30.4.14
Para mí estas eran las sillas rojas. Las sillas de la quinta que mi abuela tenía en General Pacheco, y donde yo pasé algunos de los días más felices de mi infancia. Había una mesa baja donde dibujábamos y hacíamos nuestras "manualidades" con unas sillas iguales a éstas, pintadas de rojo fuerte. Las tengo totalmente grabadas en mi cabeza.
La segunda generación (mis hijos y sobrinos) también usaron las sillas rojas. Imaginen cuánto duraron! Pero con los años, compramos unas nuevas porque aquellas tuvimos que jubilarlas. Los chicos ya estaban más grandes y quedaron años apiladas en un rincón. Yo las veía todos los fines de semana y me daba pena verlas ahí, sin vida. Sin dudas, ellas quieren niños sentados y pasándola bien!
Yo la pasé muy bien pintándolas allá, en patas y sobre el verde {sin ninguna preocupación por las manchas de pintura, qué placer!}
Y también planeando al sol cómo intervenirlas. Quería hacer algo livianito pero alegre, apto para varones y mujeres.
Estos pajaritos me parecieron ideales. Di con ellos "de casualidad" {nada es casualidad!} en pleno proceso de reciclado.
Y así quedaron estas sillas rústicas. Sí, son rústicas, huelen a campo, a linda imperfección. Están pintadas "a la qué me importa" (como dice Ana) y después desgastadas. Con lunares de colores hechos a mano (con la ayuda de la goma de un lápiz), también imperfectos. Sin querer tapar nada. Auténticas.
De frente.
De espaldas.
De arriba.
Silla n° 1 y un detalle.
Silla n° 2 y un detalle.
Y, una vez más, oda a los detalles. Amo los detalles. Al final, todo es una suma de detalles. O de instantes. Ojalá lindos peques se sienten en ellas pronto y pasen lindos instantes junto a ellas. Ya escucho las risas ...
Me encantan los objetos que cuentan historias, y casi todo lo que hago en taller mAnUfActA tiene una historia que contar. Me gusta hacer objetos que son útiles y lindos a la vez. Me alegra darle nueva vida a muebles que ya no se usan o que no terminan de gustarnos, o que simplemente queremos renovarlos.
Creo que tener en casa muebles y objetos que nos dan alegría mejora nuestra vida.
[El dúo de sillas rústicas infantiles está a la venta. Son "edición limitada". Consultas por mail a tallermanufacta@gmail.com] :))